El impulso panteísta, unificador, voraz e inabarcable de la música de Ben Harper se resuelve en sus conciertos. Lecciones de oficio de un músico interesado por el folk, el rock, el blues, el country o el jazz, tan fan de Bob Marley como de Led Zeppelin o Jeff Buckley. Un portento en escena y un nombre más que consagrado tras casi tres décadas de exitosa carrera.
Con la guitarra acústica o con la eléctrica. Ben Harper le ha dado a (casi) todos los estilos y en casi todos los formatos, como buen californiano nacido en 1969, la época en la que el rock se expandía en múltiples direcciones. Con solo 9 años asistió a un concierto de Bob Marley, secundado por Peter Tosh para el bis, y aquello le cambió por completo la vida. Creció escuchando soul, folk, blues, reggae, hip hop, jazz y country, y todo aquello se plasmaría cuando, a partir de Welcome To The Cruel World (1994), ya con 25 años, emprendió su propia carrera. Además de Marley, también Robert Johnson, Led Zeppelin, Queen, Pink Floyd, Nirvana, Pearl Jam o Jeff Buckley fueron influencias que ayudaron a moldear su reconocible sonido, ese que le ha llevado a vender varios millones de discos en todo el planeta, cantando sobre paz, guerra, religión, medio ambiente o política. Al fin y al cabo, todo aquello por lo que merece la pena vivir y componer. Su último trabajo hasta la fecha es Winter Is For Lovers (2020), un disco instrumental que rinde tributo a la lap steel guitar, en una onda similar a Ry Cooder, pero sus directos prometen y ofrecen muchísimo más.
En Noches del Botánico creemos que para disfrutar la cultura no hay edad, es por eso que al recinto podrán acceder todos los menores indistintamente de su edad. Estos deberán acceder con su correspondiente entrada y acompañados por su padre, madre o tutor legal.
Si la edad del menor es inferior a los 16 años deberá asistir siempre acompañado por su padre, madre o tutor legal.