No hace falta pronunciar su nombre completo para que alguien de a pie te conteste: “el productor de Michael Jackson”. Es innegable que el trabajo de Quincy en el sexto álbum del rey del pop (el más vendido de la historia) le otorgó un crédito comercial que, a día de hoy, es la cúspide de un legado en la música contemporánea, al alcance de muy pocos.
Pionero en la industria musical, fue el primer afroamericano en ocupar un alto cargo de una compañía de discos (Mercury Records, 1961) y el artífice de los éxitos de toda una generación, pero… ¿Sabías que Quincy Jones también había trabajado con varios de los artistas que has disfrutado en nuestro festival, a lo largo de estas ocho ediciones? Hoy nos ha dejado a los 91 años y desde Noches del Botánico le homenajeamos a través de su trabajo con algunos de los nombres destacados que han formado parte de nuestro cartel.
Si estuviste este pasado 27 de julio en el Jardín Botánico de la Universidad Complutense, seguro que recuerdas ese momento del concierto cuando Steve Lukather masculló por el micrófono: “Aparte de Toto, también somos los músicos que grabamos esto…(comienza a sonar el riff principal de Beat It)”. A diferencia de Nile Rodgers, estos no aprovecharon el show para hacer gala de su trabajo como productores y músicos de estudio, pero podemos asegurar que la mayoría de los asistentes sabían que eran los artífices de todos los arreglos del Thriller de Michael Jackson (y algunos álbumes más…)
Efectivamente, Quincy contó con Lukather y los hermanos Porcaro para los nueve tracks que dan forma a una de las grandes joyas de la corona de la manufactura discográfica. Es más, Human Nature, corte número siete del LP, era un tema de Toto que el mismísimo Quincy Jones quiso rescatar para el álbum de Michael.
El propio Steve Porcaro relató que la demo de la canción iba grabada en la misma cinta que había usado para maquetar los arreglos de los temas del Thriller, y que tenía como destinatario al productor de Chicago.
Aunque la cinta llevaba marcas con los tracks que Quincy debía de escuchar, este decidió seguir hasta el final y encontrarse con la composición de Porcaro, que ya había arreglado vocalmente David Paich y que posteriormente contaría con la letra de John Bettis. Ambos accedieron a incluir esta canción dentro de un álbum que pasaría a la historia. La colaboración entre los miembros de Toto y Quincy Jones también se hizo palpable en los trabajos de otros artistas como Kenny Loggins, Lionel Richie o George Benson.
Y hablando de George Benson, cómo olvidarnos de ese recital majestuoso que nos regaló en nuestra cuarta edición. Para quien no se acuerde, este programa unió al virtuoso de Pennsylvania con Tomatito, una combinación inédita entre jazz y flamenco con dos genios de las seis cuerdas sobre suelo complutense. Durante este show, Benson interpretó canciones como Love X Love o Give Me The Night, que da nombre al único álbum que Quincy produjo para el artista.
Pero como todo lo que toca Quincy se convierte en oro, el long play no tardó en colocarse en los primeros puestos de las listas Billboard Pop Albums, para más tarde obtener la certificación de Disco de Platino por parte de la RIAA (Asociación de la Industria Discográfica de los Estados Unidos) y rematar con tres premios Grammy en el 1981. Este álbum también contó con la participación de Rod Temperton como compositor y letrista, un habitual de Jones que más tarde participaría en las canciones Baby Be Mine y Thriller del anteriormente mencionado álbum de Michael Jackson.
Dentro del universo musical de Quincy Jones, el piano fue un instrumento clave en la creación de obras innovadoras, y en este viaje, Chick Corea, Chucho Valdés y Herbie Hancock fueron tres de los grandes virtuosos que trabajaron a su lado. Corea, quien nos visitó en 2019 en Noches del Botánico, colaboró con Quincy en proyectos como el disco New Earth Sonata (1985), donde el pianista fusionó elementos de jazz y música clásica, una perfecta sinergia con los arreglos inigualables de Jones. La creatividad y versatilidad de Corea encajaban con el enfoque del productor, creando piezas que desafiaban los límites tradicionales del jazz.
Por otro lado, el maestro cubano Chucho Valdés formó parte de una de las celebraciones más emotivas en la vida de Quincy, participando en el evento "Quincy Jones' 75th Birthday Celebration" en Montreux. Rodeado de leyendas, Valdés aportó su inconfundible estilo, recordando a todos la conexión universal que el genio de Chicago supo establecer entre músicos de distintas generaciones y estilos. Y, por supuesto, no podemos olvidar a Herbie Hancock, quien colaboró con Quincy en el influyente álbum Back on the Block (1989). Hancock, con su sello inconfundible en los teclados, ayudó a dar vida a un álbum que fusionó jazz, hip-hop y R&B, y que se llevó el Grammy al Álbum del Año en 1991.
Podríamos seguir hablando de Quincy Jones hasta que este artículo alcanzara las 100.000 palabras. Su capacidad de renovación, ayudó a impulsar las carreras de artistas que marcaron un antes y después en la historia de la música. Gracias a lsu trabajo con los artistas mencionados, el legado de Quincy Jones seguirá vivo en nuestro escenario. Despedimos este humilde homenaje citando su célebre frase “la música es la voz de la humanidad” sin olvidar que su espíritu y obra continuarán inspirando a generaciones futuras y resonando en cada edición de Noches del Botánico.
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